jueves, 29 de julio de 2010

Espiral




El se guarda los días en los bolsillos y se larga a recorrer el mundo mientras ella apila libros junto a la ventana antes de salir por la puerta trasera; sin saber qué les traerá mañana, y así juegan a ir y venir, a extraviarse para volver a encontrarse, siempre expectantes, ella tomando sorbos de jugo de fresa mientras él juega a dibujarle luciérnagas con el índice a lo largo de la espalda, con la certeza anudada en la garganta, sin pronunciarla para no echarla a perder, para no malgastarla.

Sin darse fechas,ni plazos mundanos,después de todo los grillos al otro lado del jardín saben que a la vuelta de cualquier esquina volverán a coincidir, ya que importa si es en este o en alguno de los dos mil mundos paralelos que comparten, siempre y cuando él siga guardando días en sus bolsillos y ella apile los libros y él recorra el mundo, y ella salga a hurtadillas por la puerta trasera.