miércoles, 28 de enero de 2009

Talvez Mañana...

Stereophonics es una de esas bandas que uno desea, en secreto, que no se conviertan en el próximo U2, para que asi la visión artística permanezca intacta, para que no cedan ante la presión, -y la tentación- de vender más discos, más t-shirts y platos coleccionables con sus rostros impresos.

Digamos que se les desea el éxito justo: la suficiente plata para que vivan bien y sigan metidos en la música, el suficiente reconocimiento para que sigan de gira, pero aún puedan tener tiempo de aislarse para crear buena música.

Llevan ya casí 17 años en activo y aún a pesar de que millones de seres humanos alrededor del globo conocen quienes son, MTV todavía los programa a la madrugada, y áún cuando algunas de sus canciones han sido utilizadas para series de T.V. y una que otra pelìcula (esta misma aparece al inicio de una movie estelarizada por Josh Hartnett, no recuerdo el nombre de la cinta sin embargo), el mono del espectáculo no se los ha ganado del todo.

Galeses todos no se han dejado seducir por la ambición de ser votados como los más bellos, ni por andar de novios con Paris, Britney, o Lindsay.

Agoten YouTube y Soulseek , haganse de su música y vean sus videos,,, Todavía hay esperanza en este mundo...

miércoles, 21 de enero de 2009

Baby did you forget to take your meds?


El mundo celebra a Obama, -seguramente en un año muchos de los que lo alabaron serán los primeros en pedir su cabeza-, tengo bolsas debajo de los ojos y los niños que mueren en la franja de Gaza me hacen pensar en los niños con los que comparto alelos de ADN, quiero llorar.

Heath Ledger cumplirá un año de muerto, se ganó un globo de Oro póstumo y su pequeña hija Matilda crecerá sin conocerlo; hace dos noches cené con las imágenes de las aves de rapiña buscando despojos en el derrumbe en Alta Verapaz, más de 36 jornaleros perdieron la vida bajo toneladas de tierra, alguien en la CONRED no terminó con el papeleo de fin de año a tiempo, era época de convivios y de estar con la familia, “que más da después del 6 de enero lo arreglo, que importa la gente en esas áreas esta acostumbrada a vivir en el riesgo”, la montaña se les vino encima; recuerdo Panabaj y al perrito que rascaba desesperado el área declarada por decreto camposanto, pobrecito, percibía el olor de su amo y luego aullaba su tremenda soledad.

Al salir de mi casa esta mañana lo primero que vi fue un gato muerto, lo destrozaron las llantas de algún vehículo, el centro de la ciudad no está hecho para los felinos, a veces creo que tampoco para las personas, es el reino del esmog y la mierda en las esquinas, ¿significará entonces que estoy mal de la cabeza el que me guste tanto vivir aquí?

Un hombre mucho más alto que yo y que me superaba en masa por lo menos 40 libras y quien probablemente podría buscarse la vida lavando carros, cargando bultos en el mercado o dejando que le partan la cara en la lucha libre los domingos me pide que le regale 5 quetzales, dice que su mamá está grave en el San Juan de Dios, -ese hospital debe ser el lugar más triste de todo el planeta-, el aliento le apesta a licor barato, me dan ganas de escupirle la cara, termino por darle una galleta que llevo en la cartera, no me quedo a escuchar lo que murmura entre dientes.

Ya no leo periódicos, pido disculpas a todos los buenos amigos que aún siguen trabajando en ellos, es un empleo honrado pero ya no puedo con las malas noticias y las crónicas de la farándula, leer que alguna vedette se hizo la lipo por novena vez me descompone el estómago, leer que despidieron a 3,000 empleados en una embotelladora de refrescos me destroza de a poco esa parte intangible que muchos llaman aún alma.

jueves, 8 de enero de 2009

Mi pequeña caja de Pandora


Allí estaba ella, tan linda, debajo del árbol de navidad y justo al lado de unas graciosas ovejitas de barro, se veía tan tentadora con su moña verde obscuro y su pequeña tarjeta ostentando la fotografía de una esfera dorada; llegado el momento del intercambio de regalos experimenté el mismo aleteo de mariposas en el estómago de mis primeras navidades, después de todo en los años recientes los regalos de mi madre habían consistido en sobres con dinero en efectivo o algún artículo previamente elegido por mí, pero ahora allí estaba ella, la misteriosa caja de cartón reciclado con su lindo moño y sus infinitas posibilidades. ¿Qué será? , ¿La colección de Virginia Woolf que vimos en Sophos?, ¿Un nuevo equipo de sonido?, ¿Las 3 temporadas completas de Dexter? ¿O serán las temporadas de Supernatural? ¿O aquellas estrafalarias bocinas para el Ipod? Noté que tomó la caja con cuidado así que deduje que el contenido era frágil, por lo que taché de mi lista los libros y los DVD’s, después de todo una sacudida no les hace daño, “Feliz Navidad nena” me dijo con una gran sonrisa en los labios, que no fui capaz de interpretar hasta que destape el regalo. Allí estaban todas ellas, en sus lindos frascos de colores y con sus promesas de una piel tersa, impecable, sin arrugas ni líneas de expresión, cual trasero de bebé, parpadeé un par de veces hasta que procese el acontecimiento: mi madre me había regalado una caja llena de cremas anti-arrugas, anti-manchas, anti-flaccidez, anti-edad, es en serio en el reverso de uno de los potes se puede leer “crema anti-edad”, todavía me preguntó si será capaz de congelarme el calendario. No pude sino pensar en Dorian Grey cuando observa el lienzo con su retrato por vez primera, recordé la angustia y la rabia del personaje al enfrentarse al hecho de su futura decadencia, la imagen en el cuadro permanecería por siempre hermosa mientras a él se le iban a formar bolsas en los ojos, y a cubrírsele el rostro de arrugas y manchas hepáticas, recordé su amarga y banal sentencia “Sé ahora que cuando uno pierde la belleza, lo pierde todo con ella” Quizá sea una exagerada pero me sentí como si hubiese destapado la caja de Pandora y las calamidades estaban ahora sueltas, claro, la sensación me duró un par de minutos, pero después me quedé analizando en que lo de las cremas tiene algo de simbólico, el tiempo no se detiene y me tengo que ir adaptando, y así como antes no importaba mucho si lo único que tenía era una crema limpiadora y el bloqueador de sol, y andaba por la vida un tanto al garete, ahora tengo que elevar el mantenimiento a la par que mi vida de joven adulta va pasando poco a poco a otras etapas He intentado mantener un nivel razonable de vanidad, pero creo que en parte –no puedo creer que en realidad vaya a decir esto- mi mamá tiene algo de razón (solamente algo, un poco, un ápice apenas), y ahora que ya me queda poco de la veintena y ya superé aquello de “Vive rápido, muere joven, y deja un cadáver hermoso”, sería bueno irme cuidando un poco más, vamos que este cuerpo es el único que tengo y afrontémoslo hay que estar sano y en “buen estado” para poder funcionar correctamente. Conozco a mi madre, y es muy probable que el regalo de las cremas haya tenido más que ver con su propio proceso de, vamos a llamarlo maduración, que con el mío después de todo ella quiere seguir manteniendo su estatus de mujer no mayor, también sé que su maquinaria mental va más allá de la vanidad y es el asunto de la mortalidad lo que le ha de estar rondando en la cabeza P.S. Le estoy dando una oportunidad a las cremas –sin obsesionarme- y aunque no sé cuál de todas es la que está funcionando ya alguien me dijo que la piel se me ve “luminosa” lo que sea que eso signifique