miércoles, 23 de junio de 2010

Querida Andrea





Es de madrugada nuevamente y tú sigues sin dormir; todos los vecinos de tu edificio han apagado ya sus luces e incluso el caos del centro histórico se ha apagado, tú sin embargo sigues alerta, tus (nuestras) voces internas te mantienen despierta.


Hacía tiempo ya que quería hablar contigo pero es tan difícil y es que nunca te quedas quieta, cuando yo llego a un lugar tú ya te has ído, siempre en movimiento, de que huyes?


Es cierto, en día pasados estuviste un poco más tranquila, y hasta te diste tiempo de ordenar un poco el desastre que los últimos cuatro años (nos) te dejaron, pero ni en esos días pude hablarte, te llamé desde el otro lado de la habitación pero lo único que hiciste fue sonreirme y agitar tu mano, pero un segundo después ya te habías marchado.

Por ello me veo en la necesidad de dejarte ésta nota, para recordarte que aunque sigas corriendo, habrá cosas que siempre estarán un paso adelante de ti porque las llevas engrapadas en la psique, hay cosas mi querida que siempre van a estar agazapadas esperando a saltar sobre tu hombro porque las mantienes guardadas bajo la almohada, espero que pronto te sientes con tu taza de té (de café no porque entonces brincarías de un lado al otro) y me puedas escuchar, porque para serte honesta temo el día en que todas estas cosas te caigan encima.

Besos

1 comentario:

Anónimo dijo...

Espero muñequita que en estos días ya hayas encontrado un poco de sosiego. Y por favor no dejes de escribir.